Al Encuentro del arte y la cultura

Inspiración, vivencias y cultura tres elementos que convergen en la Casa Taller Encuentros del pintor salvadoreño Miguel Ángel Ramírez.

Ubicada en Panchimalco, Encuentros se ha convertido en un espacio de expresión artística e intercambio cultural; puesto que pinturas, fotografías, esculturas y música son las piezas que llenan cada rincón de este lugar.

Su fundador, Miguel Ángel Ramírez, forma parte de la gama de pintores más reconocidos de El Salvador y sobre todo, más comprometidos con la promoción cultural.

La idea de Encuentros se concretizó desde 1992 y desde esa fecha se ha proyectado como una oportunidad para conocer y compartir el arte.

Arte sin fronteras

Uno de los principales atractivos de este lugar es que posee diferentes salas que exponen el potencial de diversos artistas nacionales y extranjeros. Razón por la que turistas pueden deleitarse conociendo las muchas visiones de mundo recogidas en cada obra.

Miguel Ángel Ramírez reconoce el punto común de este espacio al tomar como lema el siguiente pensamiento: "Y con ellos compartiré, porque el canto que ellos cantan es el mismo que yo sé". Asi se expresa el sentir de este artista con voluntad de hacer proliferar sentimientos.

Educando con arte para el arte

Otro de los aspectos más importantes de Encuentros es su concepto de Casa Taller. Hasta esta fecha, según su fundador, están inscritos 50 niños y jóvenes que reciben clases sabatinas de pintura. Estas clases son impartidas permanentemente por Miguel Ramírez, además de talleres ocasionales brindados por otros artistas extranjeros.

La mayoría de niños que asisten al taller son habitantes de Panchimalco; sin embargo, puede asistir cualquiera que desee potenciar sus habilidades. Entre el ambiente de naturaleza, miradores y detallismo que conforman este espacio, la inspiración se vuelve la herramienta de trabajo más abundante de los aprendices.

Encontrarse con el arte es más fácil siguiendo la dirección Calle Antigua Bo. San Esteban Nº 18 B, frente a casa de la cultura de Panchimalco.

Por Fátima Navarrete